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ECOTIP DE LA SEMANA
* CONSUMO COLABORATIVO *
- COLLABORATIVE CONSUMPTION –
Esta semana les queremos acercar en Ecotips un concepto muy
interesante que surgió hace relativamente poco pero que fue catalogado en la
revista inglesa Times como “una de las 10
ideas que van a cambiar el mundo”: el consumo colaborativo.
Primero, vamos a la definición: el término consumo colaborativo se refiere
a la “rápida explosión de las prácticas
tradicionales de compartir, trocar, prestar, intercambiar, alquilar y regalar, reinventadas
a través de las nuevas tecnologías en una escala y en formas que nunca habían
sido posibles”.
El término surge a raíz
de uno de los fenómenos más
interesantes que se están dando dentro del movimiento verde en los últimos
años: el nacimiento y expansión de diferentes formas de acceder a productos y
servicios que no involucran la compra de los mismos. Servicios de alquiler de
autos, ropa y objetos de todo tipo, trueque de persona a persona, préstamos
temporales y el regalo de cosas en desuso, por medio de redes digitales y
páginas web que están apuntando hacia un nuevo tipo de sociedad colaborativa por
medio de la conexión y la tecnología. Es decir, que el consumo colaborativo propone consumir sin gastar.
¿Para qué comprar un
taladro si solo necesito hacer un agujero en la pared? ¿Para qué ir a un hotel
si alguien me puede prestar su sillón? ¿Para qué comprarme una camisa nueva si
alguien tiene una que no necesita?
Estas prácticas de
intercambio de bienes y servicios sin necesidad de dinero vienen de la
antigüedad. Pero con la aparición
del capitalismo, el dinero y el paradigma de la acumulación, se fueron
perdiendo. Hoy están siendo rescatadas y potenciadas con las posibilidades que
abre internet.
La socióloga norteamericana Rachel Botsman fue quien ideó el
concepto en su libro “What's Mine is Yours: The Rise of
Collaborative Consumption” (“Lo
que es mío es tuyo: el crecimiento del consumo colaborativo”). Ella sostiene
que “el consumo colaborativo modifica la
forma en que hacemos negocios y reinventamos no sólo lo que consumimos, sino también
la forma en que consumimos”.
Esta nueva forma se basa, entre otras cosas, en la confianza en los extraños.
Algunos ejemplos de plataformas exitosas basadas en la economía
de compartir son el servicio de alquiler de auto Zipcar, en el que las personas
alquilan autos a otras personas que no los usan por horas. El sitio Ecomodo ofrece la posibilidad de tomar prestado
un objeto de otra persona por unos días. Otros sitios como Swap.com permiten intercambiar un objeto por
otro con personas que tienen cosas en desuso. Y como éstos, hay miles de nuevos
ejemplos cada día.
En Argentina el concepto es nuevo pero cada vez tiene más
adeptos. Hay un sitio que se llama Gratiferia:
la gente va, deja lo que no
usa y los que necesitan se lo llevan sin más vueltas. Además, en Facebook
existe un grupo que se llama “Alguien tiene??? ... yo tengo”. No es para compra ni venta ni
trueque. Es simplemente para pedir cosas que se necesitan y quien tiene ganas
de deshacerse de ellas nos las entrega gratuitamente.
A nivel ecológico,
el compartir, regalar, intercambiar y/o trocar objetos evita la producción de
otros nuevos, lo cual termina reduciendo el impacto que tienen sobre el medio
ambiente. Y además, reduce significativamente la cantidad de objetos que
terminan en los tachos de basura y por consecuencia, en rellenos sanitarios o
en los océanos.
¿Cómo podés ser parte de este
interesante movimiento? Es simple:
cada vez que necesites algo, empezá por pensar la forma de conseguirlo prestado
de algún contacto o alquilarlo, y buscá la forma de hacer circular tus objetos
que no usas.
“Cuando me desprendo de lo que tengo, recibo
lo que necesito”
(Tao Te King)
Les dejamos un
video -en inglés- para que puedan verlo de manera más gráfica y un video de
Rachel Bosman en la Tedx donde explica bien el concepto.
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