* CAMBIAR UN HÁBITO *
Cerrar la canilla cuando nos lavamos los dientes, llevar bolsas reusables cuando hacemos compras, apagar las luces que no usamos, separar la basura... muchas de las cosas que podemos hacer para cuidar al medio ambiente nos suponen un cambio de hábito. Es decir, cambiar la forma en que solíamos hacer las cosas y empezar a hacerlas de otra manera.
Parece algo muy simple, pero para algunas personas es algo complicado. ¿Por qué? Para empezar, muchos de los hábitos que tenemos hoy en día se nos formaron desde chicos. Eso quiere decir que directamente aprendimos a hacer las cosas de una cierta manera y esos hábitos están muy arraigados en nosotros. Por otro lado, hay algo que tiene que ver con la naturaleza misma del ser humano: el hombre es un animal de costumbres y el hábito es su patrón de conducta. A través de los hábitos nuestro cerebro se programa para funcionar de manera automática, en el comfort de la rutina. Pensemos en todas las cosas que hacemos de manera autómata todos los días.. Cambiar eso significa que por un cierto tiempo tenemos que hacer las cosas de manera consciente, pensando, hasta que ese nuevo hábito pase a formar parte de la costumbre.
Entonces, la tarea de cambiar un hábito es compleja, pero no imposible: tenemos que luchar contra el peso de la costumbre.
En Ecotips creemos que cambiar ciertos hábitos son fundamentales para que empecemos a cuidar el medio ambiente desde casa y desde nuestra vida cotidiana. Es nuestro granito de arena más fundamental y es un ejemplo para todos los que viven con nosotros y nos rodean. Pero como decíamos antes, cambiar un hábito puede resultar complicado para algunas personas asi que acá les dejamos un par de tips para poner en práctica:
1.- Proponerse cambiar un hábito de a uno por vez. Cambiar muchos hábitos simultáneamente puede ser más complicado y tenemos más chances de no lograrlo. Mejor ponerle toda la energía a cambiar un hábito por vez y cuando ese se nos haga costumbre, pasamos al próximo.
2.- Estar comprometido y tener una motivación. Pensar en qué significa este cambio de hábito que estoy tratando de hacer, qué beneficios tiene, por qué es tan importante que lo haga... eso nos da más determinación para llevarlo adelante. Ser conscientes de ese hábito.
3.- Planificarlo, poner un día para empezar a hacerlo y si es necesario ponerte notas para recordártelo, contarle a otras personas para que te lo recuerden también...
4.- Compañía. Algo que puede ayudar es hacer ese cambio de hábito junto a otra persona/s, entonces se apoyan mutuamente para hacerlo y se recuerdan.
5.- Consistencia. Cambiar un hábito lleva tiempo. Hay que ser consistente hasta que podamos adoptarlo de manera automática. Hay que hacerlo todos los días o en todos los momentos en los que necesite adoptar ese hábito.
6.- Visualizar los obstáculos que podamos tener para tratar de evitarlos y pensar qué es lo que nos frena y por qué.
7.- Persistencia, no rendirse si se falla. Simplemente, volver a empezar. Si hoy no lo hiciste, empezás de nuevo mañana. Si lo hacemos varias veces lo vamos a terminar logrando.
8.- Disfrutar. Si, disfrutar de eso que estamos haciendo y el por qué. Si entendemos todo lo anterior vamos a poder disfrutar de ese nuevo hábito que estamos tratando de adoptar. Es muy difícil adoptar una costumbre de algo que odiamos. Siempre es preferible poder disfrutarlo.
Aristóteles dijo: "Somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia, entonces, no es un acto. Es un hábito".
Para muchas generaciones cambiar un hábito es un esfuerzo pero vale la pena hacerlo cuando es algo que nos hace bien y que cuida nuestro planeta. Entonces, generar buenos hábitos en otros es algo también muy importante. Y acá encadenamos nuevamente con la importancia de la educación de las generaciones que nos siguen. Si nosotros logramos enseñarles y les trasmitimos la costumbre de cuidar nuestro planeta y todo lo que hay en él, después no van a tener que esforzarse para aprender otra cosa o cambiar malos hábitos.
Para terminar, les dejamos otra gran frase: "A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota" - Madre Teresa de Calcuta.
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