* EL REINO DE LA BOLSA DE PLÁSTICO *
Blancas, de colores, grandes, chicas, estampadas, lisas, gratuitas, impolutas... la bolsa de plástico está en todos lados.
Desde hace un poco más de medio siglo que la bolsa de plástico convive con nosotros. Nació para facilitar el transporte de cosas, se transformó en una forma barata de publicidad y poco a poco la bolsa de plástico se instauró como un servicio. Hoy entregar una bolsa al cliente es sinónimo de buena atención. Quienes andan por la vida rechazando bolsas de plástico como nosotras, seguramente se deben haber encontrado con más de una persona sorprendida y descolocada ante tal rechazo. La bolsa de plástico está tan instaurada en nuestras vidas que a mucha gente le parece inconcebible por ejemplo, llevar las cosas en la mano. Cuántas veces fuimos a la farmacia a comprar un blister de aspirinas y nos las dan adentro de una bolsa de plástico! Ejemplos de esto hay miles, desde lo más grande a lo más pequeño, hoy todo va dentro de una bolsa de plástico.
¿Por qué es esto tan malo?
Las bolsas de plástico se fabrican a partir del petróleo y muchas sustancias químicas, por lo que su proceso de fabricación resulta muy contaminante. Además, tardan entre 100 y 400 años en biodegradarse, dependiendo de las condiciones climáticas y ambientales. Las sutancias químicas que las componen se liberan al medio ambiente en su degradación siendo perjudiciales para la salud y el medio ambiente. Se estima que en el mundo hoy circulan entre 500 mil millones y un billón de bolsas de plásticas por año.
Una vez en casa, la mayoría de esas bolsas va al tacho de basura conviritiéndose en uno de los mayores residuos domésticos y de ahí, directo al relleno sanitario, si tuvo suerte. Muchas de esas bolsas terminan en la naturaleza, en las orillas de ríos y mares, bosques, contaminando el medio ambiente y poniendo en peligro la vida de animales que las confunden con comida, o acá en al ciudad tapando bocas de tormenta, en las plazas o volando por el aire al mejor estilo "Belleza Americana". Capaz si nos cobraran por cada bolsa de plástico pensaríamos mejor si las necesitamos.
En sus pocos años de vida la bolsa de plástico invadió todos los rincones del mundo y se conviritó en unos de los mayores contaminantes medioambientales. Las bolsas de plástico forman parte del consumo irresponsable del que todos formamos parte en mayor o menor medida en este modelo socio-económico consumista.
¿Cómo solucionar esto?
En primera instancia lo que se necesita es una legislación que exija su reemplazo. La guerra contra la bolsa de plástico no es nueva en el mundo. Muchos países como Irlanda y Dinamarca ya tienen leyes que las prohíben desde hace muchos años. Es tan fácil como reemplazarlas por otras bolsas que sean biodegradables como las bolsas de papel o de tela. Pero el tema pasa, como siempre, por los intereses económicos detrás de la bolsa en sí. Aún así, como ciudadadanos tenemos el derecho de exigirle a nuestros gobernantes leyes que protejan el medio ambiente.
Un segundo paso es el cambio personal. Es practicar en nuestra vida cotidiana acciones que ayuden a limitar su uso.
Mucha gente cree que si la bolsa dice ser "100% reciclable" con eso se acaba el problema. Pero como vimos en ecotips anteriores el reciclaje no es la solución al problema del plástico, ya que en su proceso también se requiere mucha energía que genera contaminación. Además, el porcentaje que realmente termina siendo reciclada es ínfimo ya que el proceso es costoso y muy complicado por la gran variedad de tipos de plástico que hay.
La solución es preciclar, reducir y reusar. Es pensar antes de comprar y reducir la cantidad de bolsas de plástico usando en su lugar, por ejemplo, bolsas reusables de tela. Otra opción, es el gran y antiguo amigo: el changuito de compras. Utilizando alguno de estos productos podés evitar usar entre 300 y 500 bolsas de plástico por año.
Nuestra sociedad consumista es adicta al plástico. Y su reinado crece año tras año. El tema es que la capacidad de recuperación del planeta es limitada y si seguimos consumiendo plástico de esta manera vamos a empujar al mundo a su límite. Si bien el uso de la bolsa es solamente una de las muchas batallas que hay luchar contra el plástico, su reducción y reemplazo es un pequeño cambio de hábito que es ya una gran mejora para el medio ambiente. Tenemos que cambiar nuestro estilo de vida descartable por uno que sea sustentable.